En los últimos años, la industria de la moda ha sido testigo de numerosos casos de plagio a diseños provenientes de Latinoamérica. Este fenómeno no sólo menoscaba el trabajo creativo y la innovación de los diseñadores de la región, sino que también plantea serias interrogantes éticas y legales dentro del mundo de la moda global.
Algunos ejemplos notables incluyen la apropiación de diseños textiles tradicionales por parte de marcas internacionales a comunidades indígenas, como los huipiles mexicanos o los tejidos andinos, esto sin la debida atribución o compensación a las comunidades que la originan. Esta práctica no sólo despoja a estas comunidades de su patrimonio cultural, sino que también perpetúa desigualdades económicas al no reconocer el valor intrínseco de estos diseños.
Además, se han documentado casos de marcas extranjeras copiando diseños de diseñadores emergentes o establecidos de Latinoamérica, aprovechándose de la falta de protección legal o de los recursos limitados de estos creadores para crear y defender sus derechos de autor.
Este problema subraya la necesidad de una mayor conciencia y acción tanto por parte de la industria de la moda como de los consumidores. Las marcas, por ende, deben comprometerse a respetar la propiedad intelectual y cultural de las comunidades de donde se inspiran, así como a colaborar de manera justa y equitativa con los diseñadores locales. Asimismo, los consumidores tienen un papel importante al exigir transparencia y ética en las prácticas de las marcas que eligen apoyar.
DISEÑOS LATINOS QUE LAS MARCAS HAN PLAGIADO
Las marcas a menudo lanzan al mercado productos que en realidad son copias de diseños pertenecientes a ciertas etnias. Esta práctica es comúnmente disfrazada como “inspiración” u “homenaje” a la cultura de origen de los diseños robados. Sin embargo, estas marcas suelen omitir el otorgar crédito o alguna remuneración digna a la comunidad o personas cuyas creaciones están siendo arrebatadas.
Estas son algunas marcas que han plagiado diseños a indígenas de latinoamérica:
ZARA
El caso de Zara y el plagio de diseños indígenas latinoamericanos ha sido uno de los más destacados en los últimos años dentro del ámbito de la moda. Esta marca, pese a ser una de las más grandes y reconocidas a nivel mundial, ha sido acusada en múltiples ocasiones de apropiarse de diseños textiles tradicionales de ciertas y múltiples comunidades en toda latinoamérica sin la debida atribución o compensación.
Uno de los casos más sonados ocurrió en 2016, cuando Zara lanzó una línea de prendas que incluía una falda que presentaba un diseño muy similar al de un tradicional tzute guatemalteco, una pieza de vestir importante para las mujeres mayas en Guatemala. La prenda que incluía motivos culturales y simbólicos significativos para la comunidad indígena guatemalteca, fue reproducida casi idénticamente en la falda de Zara, pero sin ningún reconocimiento a su origen cultural ni compensación para la comunidad de donde se inspiró.
Esta situación generó indignación entre grupos defensores de los derechos indígenas, así como en diseñadores y activistas en América Latina y en todo el mundo. Se lanzaron campañas en redes sociales y se organizaron protestas para denunciar la falta de ética de Zara y exigir que la marca reconociera su error y compensara adecuadamente a la comunidad afectada.
forever 21
Forever 21 ha enfrentado críticas por supuestamente plagiar diseños de comunidades indígenas de latinoamérica en varias ocasiones. Uno de los casos más destacados ocurrió en 2011, cuando la marca estadounidense lanzó una línea de ropa que incluía una camiseta estampada con un diseño muy similar al de un huipil tradicional de la comunidad indígena mixteca de Oaxaca, México. El huipil es una prenda tradicionalmente usada por las mujeres indígenas de diversas regiones de México y Centroamérica, y sus diseños suelen tener un profundo significado cultural y simbólico.
La camiseta de Forever 21 reproducía de manera casi idéntica el patrón y los motivos del huipil mixteco, pero sin ningún reconocimiento ni respeto por su origen cultural. Esta situación generó indignación entre gran parte de la comunidad mexicana, quienes acusaron a Forever 21 de apropiación cultural y falta de ética al lucrar con elementos culturales sin la debida atribución.
shein
Shein ha sido acusada de reproducir diseños étnicos o tradicionales de diversas culturas, incluidas las de América Latina, para incorporarlos en sus prendas de manera comercial. Estos diseños pueden incluir patrones textiles, bordados, motivos étnicos y otros elementos culturales que son significativos para comunidades indígenas y étnicas en la región.
La reproducción no autorizada de estos elementos culturales ha generado críticas y controversias en la industria de la moda. Las comunidades afectadas, así como defensores de los derechos indígenas y culturales, han señalado que esta práctica no sólo es éticamente cuestionable, sino que también perpetúa desigualdades y estereotipos, además de socavar la identidad cultural de las comunidades de origen.
urban outfitters
Urban Outfitters, una cadena de tiendas de moda estadounidense conocida por su estilo bohemio y alternativo, ha sido objeto de críticas por el presunto plagio de diseños latinoamericanos en múltiples ocasiones.
Uno de los casos más destacados ocurrió en 2011, cuando Urban Outfitters lanzó una línea de ropa que incluía una camiseta con un diseño muy similar al tradicional “Saltillo serape”, una prenda icónica de la cultura mexicana que tiene una larga historia y significado cultural. La camiseta de Urban Outfitters reproducía el diseño del serape sin dar crédito ni reconocimiento a su origen cultural, lo que generó indignación.
Además, esta marca ha sido criticada por apropiarse de otros elementos culturales latinoamericanos en sus diseños, como motivos étnicos, patrones textiles y símbolos tradicionales, sin respetar la propiedad intelectual ni la integridad cultural de las comunidades de origen.
mango
Mango lanzó una serie de prendas que reproducían diseños característicos de los Tenangos hidalguenses, que son elaborados por artesanos indígenas de la comunidad otomí en el estado de Hidalgo.
Los Tenangos son famosos por sus bordados coloridos que representan la flora y fauna local, y son una parte importante del patrimonio cultural de México. Sin embargo, Mango comercializó prendas con diseños muy similares a estos bordados, sin reconocer o respetar su origen ni contribuir a las comunidades indígenas que los crean.
Además, Mango también presentó diseños similares a los bordados textiles de otros estados mexicanos, como Puebla, Oaxaca y Chiapas, en una de sus colecciones. Estos bordados son parte integral de la identidad cultural de estas regiones y a menudo están asociados con técnicas artesanales tradicionales que han sido transmitidas de generación en generación.
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