La Inteligencia Artificial se usa en muchas cosas cotidianas, como cuando Netflix te recomienda películas basadas en lo que has visto antes o cuando usas un asistente virtual como Siri o Alexa para obtener información o hacer tareas simples. En aquel punto parecía algo banal hasta que la gente se comenzó a preocupar por el alcance que puede tener esta herramienta, como la posibilidad de reemplazar diversos tipos de trabajos, no solo los manuales, sino también los creativos, como los del sector de la moda.
Al ser algo nuevo para todos, es normal que surja primero un rechazo y luego la adaptación, como en todo. Un ejemplo en el mundo creativo es lo común que se vuelve cada vez el ver trabajos hechos por IA presentados con autoría de la persona que dio la “orden de crear”; como “NostalgIA” de FlowGPT, quien sacó esta canción donde hace que las voces de Bad Bunny, Justin Bieber y Daddy Yankee colinden en una pieza.
Mientras que en la moda se ve algo así: los diseñadores pueden explorar nuevas fronteras en el diseño de prendas, patrones y texturas. La capacidad de la IA para analizar grandes volúmenes de datos de tendencias pasadas y actuales permite a los diseñadores identificar patrones emergentes y anticiparse a las demandas del mercado con precisión. Esto se traduce en colecciones más relevantes y atractivas para los consumidores, lo que impulsa la competitividad y la relevancia de las marcas en un mercado en constante evolución.
Esta tecnología no sólo está transformando la forma en que se crean y consumen prendas, sino que también está impulsando la eficiencia operativa, la sostenibilidad y la creatividad en toda la industria.
AUTOMATIZACIÓN DE PROCESOS
La integración de la inteligencia artificial en los procesos de fabricación y producción dentro de la moda ha impulsado la eficiencia y la rentabilidad de las empresas. Sin embargo, este enfoque en la automatización y la optimización de la cadena de suministro ha resultado en una producción masiva que, si bien puede satisfacer la demanda del mercado y seguir las tendencias con rapidez, esto conlleva consecuencias negativas.
La sobreproducción lleva a prácticas destructivas como destruir las existencias no vendidas, aunque está prohibida en algunos lugares como Francia. Sin embargo, la mayoría de las prendas no vendidas se envían a países del Sur, donde una gran cantidad termina siendo incinerada o depositada en vertederos, lo que afecta negativamente a las comunidades locales.
Además, la velocidad con la que la IA puede adaptarse a las demandas del mercado y las preferencias de los consumidores puede llevar a una rápida obsolescencia de los productos, lo que agrava aún más el problema de los residuos y la sobreproducción. La industria de la moda es responsable de hasta el 8% de las emisiones mundiales de efecto invernadero, además de otros impactos ambientales como la pérdida de biodiversidad, la contaminación del agua y la deforestación.
EXPERIENCIA DEL CLIENTE
La inteligencia artificial está dando a los diseñadores las herramientas para crear prendas que se ajusten como un guante a cada cliente. A través del análisis de datos y el aprendizaje automático, las marcas pueden crear perfiles de cliente detallados y ofrecer recomendaciones de productos altamente relevantes y personalizadas.
Con la creación de avatares virtuales para pruebas de prendas y la recomendación de estilos basados en preferencias individuales, la IA está elevando el nivel de personalización en la moda y mejorando la satisfacción del cliente. Ahora los diseñadores pueden experimentar con estilos y tendencias que quizás no hubieran considerado antes, sabiendo que hay un mercado para ellos basado en los datos recopilados.
¿SOSTENIBILIDAD Y DISEÑO RESPONSABLE?
La IA está desempeñando un papel clave en el camino hacia la moda sostenible y responsable; esto porque al analizar datos sobre el ciclo de vida de los productos, el impacto ambiental de los materiales y los procesos de fabricación, esta herramienta puede ayudar a las marcas a tomar decisiones más informadas y a reducir su huella ecológica.
Además, la optimización de la producción y la gestión de inventario a través de los algoritmos realizados a través de estos recursos puede minimizar el desperdicio y fomentar prácticas de fabricación más sostenibles. Marcas como Chanel ya han adoptado desfiles virtuales, mientras que Zara ha experimentado con prendas flotantes (animadas).
DESAFÍOS Y OPORTUNIDADES
A pesar de los beneficios evidentes, la adopción de la IA en la moda también plantea desafíos únicos, como las preocupaciones éticas y de privacidad. Sin embargo, aquellos que abrazan la tecnología con visión de futuro tienen la oportunidad de diferenciarse en un mercado cada vez más competitivo y de impulsar la innovación en toda la industria, pero sólo aquellas empresas que utilizan la IA de manera ética y transparente pueden generar confianza entre los consumidores y establecerse como líderes en innovación.
¿LA MODA ES MODA SI SE HACE CON IA?
Los diseños de moda creados con inteligencia artificial (IA) pueden considerarse moda en el sentido de que son prendas diseñadas para ser usadas y exhibidas. Pero, su origen y proceso de creación pueden diferir del enfoque tradicional de la moda.
Mientras que los diseños tradicionales suelen surgir de la creatividad humana, la moda creada con IA se basa en algoritmos y datos; por lo tanto, aunque las prendas generadas por IA pueden tener estilos y apariencias interesantes y atractivas, su valor estético y su impacto en la moda pueden ser debatidos en términos de originalidad, autenticidad y la contribución del diseñador humano. Algunas personas pueden considerar que la moda creada con IA carece de profundidad emocional y creatividad por parte del diseñador.
En resumen, los diseños de moda hechos con IA pueden ser reconocidos y aceptados como parte de la industria de la moda, pero su valor puede ser objeto de discusión y reflexión. Al final del día, la moda solo es el reflejo de lo que sucede en la sociedad; si la IA ya es parte de la actualidad, ¿crees que los diseños reflejan eso?
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